Inversiones

¿Existe la “mejor” tarjeta de crédito?

¿Cómo elegir una tarjeta de crédito?

Si te estas quebrando la cabeza cada vez que piensas en que tarjeta de crédito adquirir y no sabes si te va a convenir o si de plano te va a costar trabajo pagar las mensualidades, déjame decirte que en realidad la cosa no es tan complicada. El truco está en hacerte las preguntas correctas.
La tarjeta que tú necesitas no es la misma tarjeta que necesita tu vecino, por ejemplo, porque tú te la pasas comprando en línea y tu vecino solo la ocupa para comprar a meses sin intereses. Todo depende de nuestras necesidades.
Elegir una tarjeta de crédito, como cualquier otra cosa que vayas a comprar, requiere de una evaluación de diferentes factores a tener en cuenta. En el mercado existen más de 130 diferentes alternativas entre tarjetas bancarias y comerciales.
No aceptes inmediatamente la primera tarjeta que te ofrezca un ejecutivo o la que te recomienda algún conocido. Compara las opciones y revisa:
– La tasa de interés que tendrías que pagar por no liquidar el 100% del saldo de tus compras.
– La tasa de interés aplicada por pagar un día después de la fecha límite o la comisión por la falta de pago.
– El Costo Anual Total (CAT). Que te sirva de parámetro de comparación entre las tarjetas.
– Si existe una tasa de interés de introducción baja y después sube.
– La anualidad de la tarjeta.
– Cargos o comisiones que se puedan generar por consulta de saldo, transferencia de saldos, disposición de efectivo, etc.
– Checar cuantas reclamaciones tiene el banco y que tan claro es el contrato. Esto lo puedes checar en www.condusef.com.mx
Una vez que hayas verificado esta información es momento de empezarte a responder algunas preguntas:
– ¿Cómo acostumbras pagar cada mes?
¿Eres totalero y hasta metes un poco más de dinero si se puede? O ¿vas a pagar solo el mínimo y un poco más? O ¿de plano te atrasas todos y cada uno de los meses?
Si eres un cliente revolvente, quiere decir que no pagas el total de la deuda mes con mes, debes buscar el producto con la tasa de financiamiento más baja, cada vez que no se paga una mensualidad en su totalidad se generan cuotas que harán que se incremente el costo del crédito financiero.
No utilices la tarjeta como un dinero propio, la tarjeta de crédito tiene la línea de financiamiento más alta del mercado, el pagar solo el mínimo te puede salir demasiado caro. En este caso, te recomiendo usar lo menos posible la tarjeta o dejarla de utilizar por completo hasta que hayas liquidado la deuda.

 

– ¿Para qué utilizas la tarjeta?
Puede ser que utilices la tarjeta solo como un respaldo en caso de emergencia, o la utilices para aprovechar alguna oferta o promoción a meses sin intereses o puede ser que la utilices para pagar todas las compras del mes.
Si te encuentras dentro de las dos primeras alternativas, te conviene una tarjeta que tenga una anualidad baja o que no la cobre en absoluto y te permita contar con los beneficios. Ten en cuenta que hay bancos que aplican una comisión por no usar la tarjeta con frecuencia. También verifica tus estados de cuenta con frecuencia para que no te cobren algún seguro o algún otro producto que no hayas pedido.
Ahora bien, si usas mucho tu tarjeta investiga que tipo de comisiones pueden generar las transacciones, como las domiciliaciones de tus pagos, consultas de saldos en cajeros y los traspasos de saldo. Te recomiendo que no dispongas de efectivo de este tipo de línea de crédito ya que la comisión que aplica es muy alta.

– Tus ingresos ¿de cuánto son?
Generalmente existen tres gamas de tarjetas de crédito: la clásica, la oro y la platino. Es importante que seas honesto contigo mismo y elijas tener una tarjeta adecuada a tus ingresos, por ejemplo: la tarjeta clásica es la que te otorgan porque cuentas con ingresos de hasta 15000 pesos mensuales, pero también te pueden ofrecer una oro si has tenido un buen historial de pagos. En este caso la línea de crédito incrementa, las comisiones y la anualidad son mayores y si llegas a acabar con la línea de crédito en su totalidad no tendrás la capacidad de liquidar la deuda.
Más vale tener una tarjeta adecuada a tu nivel de ingresos mensuales que tener una tarjeta que te dará estatus, pero corres el riesgo de endeudarte por mucho tiempo.

El contar con una tarjeta de crédito definitivamente tiene sus beneficios:
– No cargas con efectivo.
– Tienes acceso a promociones, a meses sin intereses y descuentos.
– Puedes domiciliar tus pagos para que no los realices puntualmente.
– Respaldo financiero en situaciones de emergencia.
– Algunas te dan recompensas por las compras que realizas.
– Todas las tarjetas te cubren los cargos que no reconozcas por robo o extravío del plástico durante 48 horas previas a la notificación al banco.
Con que te respondas estas simples preguntas tendrás lo necesario para buscar la tarjeta que más te convenga sin pensar de más ni quebrarte la cabeza.

 

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