Inversiones

Seguros de Responsabilidad Civil: ¿qué son y cómo funcionan?

Dentro de la amplia gama de seguros que puedes contratar, existe el seguro denominado de Responsabilidad Civil. Este seguro se diferencia de la mayoría de las pólizas debido a su naturaleza de protección.

En general, el seguro de Responsabilidad Civil tiene por objeto cubrir perjuicios causados a terceros por culpa o negligencia del asegurado y así, este último queda protegido del daño que pueda sufrir su patrimonio por la reclamación que le efectúe el tercero.

En palabras más comunes: Si cuentas con un seguro de este tipo estarás cubierto por los daños que puedas ocasionar a otros de manera inintencionada, o sea, sin querer, sin tener que pagar de tu propio bolsillo. 

La cobertura se extiende desde daños físicos, a personas o bienes materiales y hasta incidentes de otra naturaleza como son las negligencias en diferentes profesiones: médicos que diagnostican mal, arquitectos que no construyen bien y hasta para directores de empresas que gestionen equivocadamente una empresa. 

Así mismo los seguros se pueden contratar de manera individual para personas o de manera colectiva para empresas que cuenten con empleados que puedan también ocasionar algún perjuicio.

Como podrás darte cuenta, al contar con un seguro de Responsabilidad Civil tendrás la posibilidad de trasladar a una compañía de seguros tus propios fallos, errores o negligencias en cualquier ámbito de la vida diaria tanto profesional como personal.

El seguro de Responsabilidad Civil que podemos encontrar con más frecuencia en nuestra cotidianeidad es el de automóvil, ya que es una obligación para todos los automovilistas el tenerlo contratado y cubre daños por golpes que el conductor pueda ocasionar a otros coches, a peatones, a pasajeros y hasta a daños a banquetas, muros, árboles, etc. El seguro puede cubrir al conductor incluso si llega a ocasionar la muerte de otra persona.

Sin embargo, hay que tener cuidado en todo momento ya que existen exclusiones que, dependiendo la redacción de la póliza, invalidan la cobertura para el asegurado. Dentro de las exclusiones generales se encuentran:

  • El provocar el daño de manera dolosa, es decir, tener la intención de hacer daño.
  • Estar bajo la influencia de tóxicos como drogas o alcohol.
  • Daños causados fuera de territorio nacional.
  • Tener algún tipo de obligación fiscal, ya sean multas o sanciones.

La mayor parte del tiempo no estamos conscientes del daño que podemos llegar a provocar a otros en el hogar, en la calle, en el lugar de trabajo o en cualquier otro lado. Por lo tanto, para estar protegidos y poder hacernos responsables de los daños que nosotros, nuestros hijos, empleados o mascotas puedan causar a terceros, es muy importante contar con un seguro de Responsabilidad Civil, independientemente de cual sea nuestra profesión, ya que uno puede llegar a ser responsable, de una forma totalmente involuntaria, de algún accidente, el cual estaría cubierto por este seguro. 

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